* Autor de contacto:
lavado@agro.uba.ar
Recibido:
26-10-24
Recibido con revisiones:
09-12-24
Aceptado:
09-12-24
https://doi.org/10.64132/cds.v43i1.897
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La titularidad del derecho de autor/a es de los/as Autores/as.
CUATRO DÉCADAS (1940-1980) DE PRESENCIA DE MUJERES
EN LA CIENCIA DEL SUELO DE LA ARGENTINA
1 Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos Aires (UBA), Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
2 Instituto de Investigaciones en Ciencias Agrícolas y Ambientales (INBA - CONICET/UBA), Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
RESUMEN
La presencia femenina en la ciencia del suelo comenzó hace muchos años. En el presente artículo se describen sus actividades en las cuatro décadas, que se inician en 1940 y finalizan en 1980. En este estudio se revisa y describe la presencia de mujeres en la ciencia del suelo por década e institución (INTA, Universidades, otras instituciones). Hasta la década de 1960 la participación femenina en nuestra ciencia fue puntual. A partir de ese momento tuvo lugar una creciente participación de distintas mujeres, pasando de registrar 2, 14, 34 y 74, en las décadas de 1940, 1950, 1969 y 1970 respectivamente. Además del número, aumentó la distribución geográfica y las temáticas, así como ocupación de cargos directivos en la Asociación Argentina de la Ciencia del Suelo (AACS) y los distintos organismos y empresas del sector.
Palabras clave: historia; participación femenina; aporte femenino; evolución
FOUR DECADES (1940-1980) OF WOMEN’S PRESENCE
IN SOIL SCIENCE IN ARGENTINA
ABSTRACT
The presence of women in soil science began many years ago. This article describes activities of women over the four decades from 1940 to 1980. This study reviews and describes the presence of women in soil science by decade and institution (INTA, Universities, other). Until the 1960s, female participation in our science was sporadic and specific. From that moment on, there was an increasing participation with 2 and 14 active women in the discipline in the 1940s and 1950s, and 34 and 74 women in 1969 and 1970, respectively. Not only the number of women in soil science raised but also their geographical distribution and topics of interest, as well as the occupation of management positions in the Asociación Argentina de la Ciencia del Suelo (AACS) and other organizations and companies.
Keywords: history; female participation; female contribution, evolution
INTRODUCCIÓN
En los últimos años ha tomado lugar una reivindicación de la actividad de la mujer en la vida pública en general, y la ciencia, en particular. Es evidente que, por lo menos hasta la década de 1930, las mujeres no tuvieron gran trascendencia en los ambientes técnico-científicos nacionales. A partir de esos años, la presencia de mujeres, circunscribiéndonos a la ciencia del suelo, fue incrementándose hasta el presente. Los aportes de las mujeres crecieron en los últimos años y con ellos el aprecio por el valor que aportan a nuestra ciencia y esa evolución creciente de la presencia femenina en la ciencia del suelo llevó a que en el XXVIII Congreso Argentino de la de la Ciencia del Suelo, llevado a cabo en 2022, se desarrollara una mesa de discusión sobre el tema.
Para aportar al conocimiento de la contribución femenina al desarrollo en nuestra ciencia, partí de mi experiencia personal pues estoy vinculado con la Ciencia del Suelo desde la década de 1960. En aquella época fui estudiante de agronomía en la Universidad de Buenos Aires (UBA), me desempeñé como ayudante de laboratorio en el histórico Instituto de Suelos y Agrotécnia (ISA) de la calle Cerviño, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), inicié tareas como ingeniero agrónomo en Río Negro y tomé cursos en la Universidad Nacional del Sur. Además, fui un miembro de la AACS desde la esa década, participando en varios congresos, reuniones y conferencias de aquella época. Es a raíz de estas actividades hoy lejanas que conocí a muchas mujeres que se desempeñaban en distintas especialidades dentro de nuestra ciencia como docentes, investigadoras y técnicas.
Este articulo surge, entonces, de mis recuerdos personales, que incluyen la información oral recibida, y comentarios existentes en aquella época, acerca de personas, eventos y circunstancias de años previos. Completé mi evocación con algunas lecturas y el aporte de algunos colegas. No obstante, dado su origen, la presente contribución seguramente posee algunos errores en las fechas y, lo más importante, omisiones. Esto se debe a dos razones. En primer lugar, no conocí o no recuerdo a todas las colegas de aquella época y mis remembranzas corresponden sólo a los lugares donde me desempeñé o visité en aquellos años.
Para muchas de las colegas mencionadas hice una breve reseña de sus actividades, sus vinculaciones con la AACS y, hasta donde tuve conocimiento, los cargos directivos que ocuparon. Para evitar disparidades en la presentación, no menciono los títulos de grado y/o posgrado que ellas alcanzaron. El artículo está subdividido por década y por instituciones, siguiendo el orden INTA, Universidades y otros organismos.
DÉCADA DE 1940
Para hacer un relevamiento que cubra esta década y, más aún, las décadas previas, se requeriría la actividad de un historiador profesional, pero sin ese aporte, en este período registré dos mujeres.
Nélida Giambiagi, ingresó en 1948 como microbióloga de suelos en el ISA, perteneciente al Instituto de Investigaciones Agrarias, el organismo predecesor del INTA. Tuvo una larga y destacada actividad dentro de la biología de suelos, particularmente en microorganismos ligados al ciclo del nitrógeno (Figura 1). Nélida participó en tareas docentes de posgrado. Tuvo también actividad en nuestra asociación, ya que en 1958 fue la única mujer firmante del acta de creación de la AACS y al año siguiente integró la Comisión organizadora de la I Reunión Argentina de la Ciencia del Suelo (RACS). En 1962 integró la Comisión Directiva de la Asociación, como vocal titular. Fue integrante de la Comisión de Biología de Suelos de la V RACS (1969) y relatora en la VIII RACS (1976).
Hetty L. R. Bertoldi de Pomar, inició sus aportes en esta década en la Secretaría de Agricultura, Ganadería e Industrias de Santa Fe. Hizo grandes aportes a la mineralogía de suelos, especialmente en su provincia natal. Tuvo actividad en la AACS, por ejemplo, participó en la comisión de mineralogía de la V RACS.
Figura 1. Una publicación de N. Giambiagi (1960).
Figure 1. A publication by N. Giambiagi (1960).
Década de 1950
INTA
En el ISA, María A. Servici de Rondini trabajó en química de suelos y materia orgánica. En septiembre de 1960 integró la Comisión Directiva de la AACS, en carácter de suplente y fue electa miembro de las comisiones de las RACS de 1969 y 1971. Colaboraba con ella Haydeé G.C. de Doval. Por su parte, Alicia R. de Sedeño investigó en microbiología de suelos y en 1962 formó parte de la Comisión Directiva de la AACS, como vocal suplente. También se desempeñaban en el instituto Marta S. Lurati de Paoli, que trabajaba en micronutrientes; Matilde Gemesio de Zaffanella, que fue destacada investigadora en manejo de la fertilidad de los suelos y Esther Bahamonde, que estudió la mineralogía de suelo y fue electa en la Comisión de Mineralogía en la I RACS (1959).
En el INTA Castelar se desempeñaron Elizabeth G. de Olivero y Manuela Yepes en microbiología del suelo. Por otro lado, Ana Garay, importante investigadora en física de suelos, inició sus actividades en Edafología de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Plata (Fig. 2), pero se destacó en el Estación Experimental Balcarce, y luego ocupó cargos institucionales en ese organismo.
Figura 2. Una publicación de A. Garay (1964).
Figure 2. A publication by A. Garay (1964).
Universidades
En la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UBA, se desempeñó Rebeca Wolansky, que se inició en Microbiología de suelos, y luego pasó a Edafología. Por su parte, Azucena Monzón de Azconegui ejerció actividades en Microbiología. En la Universidad Nacional de Cuyo, se desempeñó Matilde L. Velasco, que trabajó en diversos temas geográficos y agronómicos, y tuvo un rol destacado en la II RACS. Yoly Lagisquet de López Alaniz investigó en temas de mineralogía de los suelos. Fue designada en la Comisión de Mineralogía en la I RACS y años más tarde, fue docente en la Universidad Nacional del Comahue. En esa década también se registra la actividad de Lidia P.F. de Giraud.
DÉCADA DE 1960
En esta década el número y la participación femenina aumentó considerablemente, respecto a la década anterior. También aumentó el número de instituciones en las que se desempeñaron.
INTA
Ingrid Walter de Firpo integró el ISA, en química de suelos. Formó parte de la Comisión de Química en la V RACS. También trabajo en el instituto Dina Fogelman, en biología del nitrógeno. En el Plan Mapa de Suelos, se incorporaron Nelly S. Ayerbe, Alicia Da Veiga, Elsa Muro y Rosa María Di Giácomo, que continuaron su carrera en el INTA, así como Magdalena González Uriarte, que luego fue profesora de Geomorfología, en la Universidad Nacional del Sur y Perla A. Imbellone, que luego fue profesora en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata (Figura 3). Perla realizó trabajos sobre génesis y micromorfología de suelos, entre otros temas, fue co-creadora y co–directora de la revista Ciencia del Suelo, y es hoy socia honoraria de la AACS. Publico varios libros, por los que recibió premios nacionales e internacionales.
Figura 3. En la sala de fotointerpretación del Plan Mapa de Suelos del INTA, Magdalena González Uriarte y Perla Imbellone, con otros colegas.
Figure 3. Photo of Magdalena González Uriarte and Perla Imbellone with other colleagues in the photo-interpretation room of the INTA Soil Map Plan.
En INTA Castelar trabajaba Noemí Abiusso, que investigó la composición de plantas nativas y tangencialmente intervino en estudios de suelos. En la Estación Experimental Pergamino se desempeñó Lutecia Nicollier, en el laboratorio de suelos, que en la VI RACS (1971) integró la Comisión de Química. En la Estación Experimental Balcarce se incorporó Amalia Bolaños, siendo su principal actividad el estudio del fósforo del suelo y luego pasó al ISA y fue la última directora de la institución ubicada en la calle Cerviño, pues posteriormente el instituto fue trasladado a Castelar. En la Estación Experimental Rafaela, trabajó Wilma Hansen de Hein, cubriendo un amplio espectro de temas desde génesis hasta manejo de suelos, destacándose en todos ellos. En la Estación Experimental Bariloche María L. Lanciotti fue directora del Laboratorio de Suelos.
Universidades
En la Facultad de Agronomía de la UBA, se incorporaron como Jefe de Trabajos Prácticos, María Gugliada y, a fines de la década, Marta Conti como auxiliar en Edafología. Con los años, Marta fue Profesora Titular de la Cátedra, Secretaria Académica de la Facultad y directora del Programa Suelos de la Escuela para Graduados de la FAUBA. Integró la Comisión Directiva de la VIII RACS, de 1978 y es hoy socia honoraria de la AACS. Se desempeñó en el área de la química de suelos y su fertilidad. A fines de la década, ingresó Marta Cusato como auxiliar en Microbiología. Por otro lado, Clara P. Movia fue tal vez la primera mujer que trabajó con fotointerpretación para fines científicos, no para fines de reconocimiento y mapeo de vegetación o suelos. Clara trabajó con vegetación, pero tangencialmente intervino en estudios de suelos. Posteriormente creó y dirigió el Laboratorio de Fotointerpretación en la FAUBA. También en Ecología se desempeñó Silvia Burkart, cuyos trabajos de vegetación se vincularon con el área de suelos. En aquella época se destacó Irma Del Frade de Lafuente, inicialmente fue Profesora Adjunta en la Cátedra de Química General e Inorgánica y, luego, Titular. Su tema de investigación fue la química de suelos y con ella colaboraban Lola B. Matera y Martha Cotti. En el Instituto de Radiobiología, cumplió tareas Dolly Carpio.
En la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, inició sus actividades docentes y de investigación Alicia Godeas, que llevó a cabo una prolífica carrera de investigación y se transformó en referente en hongos del suelo, que excedió los límites nacionales. Fue coautora de un libro de divulgación de la biología de suelos, premiado internacionalmente. En esa época, la Universidad Nacional del Sur poseía el Instituto de Edafología e Hidrología, un instituto de escala internacional, que inició sus actividades en 1956 y, posteriormente, en 1974, se incorporó al Dpto. de Agronomía. Allí se desempeñaba Dora Cutini de Izarra, especialista en microfauna del suelo. En esa época había varias colegas que iniciaban su carrera como docentes e investigadoras. Entre ellas Ibis Natale, que se dedicó a la físico-química de suelos y Aurora Lazzari, especialista en materia orgánica del suelo, que fue posteriormente Profesora Titular. Maria J. Ortiz y Lucia Quevedo trabajaron también en materia orgánica edáfica. También se incorporaron Ana M. Grazan y Silvia E. González de Bussetti, que investigó en sistemas coloidales. En la Universidad Nacional de La Plata se registra la actividad de Dora Gentilini, en tareas de campo y laboratorio de suelos.
Otras instituciones
En la Estación Experimental del Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (IDEVI) se desempeñaba Blanca Stábile, jefa del Laboratorio de Suelos. Hizo cursos de suelos en el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en Costa Rica, en una época donde no era común capacitarse en el exterior. En la Comisión Nacional de Energía Atómica (CoNEA), se desempeñó Lia Pisarello de Ghelfi, utilizando radioisótopos en suelos y plantas e integró la Comisión Organizadora de la VIII RACS. Nuncia M. Tur trabajó en el Instituto de Limnología de Santo Tomé, Santa Fe, pero tangencialmente estudió suelos.
DÉCADA DE 1970
Se incrementó aún más la participación femenina en el ámbito de nuestra ciencia (Figura 4).
INTA
En el ISA se incorporó Elba N. Panuska, estudiando la materia orgánica del suelo y en Castelar, se registró la actividad de Sonia González en microbiología de suelos y María. Fernández de Rapp en mineralogía de arcillas. En la Estación Experimental Balcarce se desempeñaron Elvira Suero, de vasta actividad en la física de suelos y Mónica R. Lazovich, en manejo de suelos y a partir de fines de la década, Liliana I. Picone, que abarcó extensa y profundamente temas relacionados con nutrientes y sus pérdidas. En la Estación Experimental Pergamino, tuvo una destacable actividad, Lucia E. Totis de Zeljkovich, en manejo de suelos y María L Ribero de Galetto que dirigió el laboratorio de suelos. En la Estación Experimental Marcos Juárez, se desempeñaron Beatriz Masiero, y Alicia Legasa, vinculadas a aspectos del manejo y la fertilización de suelos. En la misma área temática se desempeñó, pero en la Estación Experimental Misiones, Ethel N. Errecareborde de Lasserre. En la Estación Experimental Paraná Elena Nucci y Alicia Codromaz de Rojas, trabajaron en manejo de suelos, y Edith Muñoz, en erosión. En el INTA Casilda se desempeñó Graciela Cordone, que fue coautora del primer trabajo que mostró el inicio de la deficiencia de azufre en suelos pampeanos. Posiblemente fue la primera mujer en desarrollar tareas de extensión.
Figura 4. Integrantes de distintas instituciones: Magdalena González Uriarte, Elsa Muro, Marta Conti, Perla Imbellone y Mirta González, en un Congreso Latinoamericano de Suelos, en Brasil.
Figure 4. Photo of female members of different institutions(Magdalena González Uriarte, Elsa Muro, Marta Conti, Perla Imbellone and Mirta González) at a Latin American Soil Congress in Brazil.
Universidades
En la Facultad de Agronomía de la UBA, se incorporaron varias colegas en Edafología, que desarrollaron una actividad destacada dentro de nuestra ciencia: Lidia Giuffré, que fue Profesora Titular, investigaba en química de suelo, especialmente fósforo, y participó en la edición de la revista Ciencia del Suelo; Marta Palma, que trabajó principalmente en nitrógeno del suelo y fue co-organizadora de la Especialidad de Fertilidad y Fertilizantes de la FAUBA; Nilda Arrigo, quien concentró su actividad en física de suelos y Silvia Ratto, que investigó en micronutrientes y fue directora del Programa de Suelos, en el posgrado de dicha Facultad. También se incorporaron Zulema Massani de Sese, Susana Pena y Mirta González, que trabajaban en química de suelos. En Fertilidad y Fertilizantes se desempeñó Mabel Vázquez, que posteriormente se trasladó a la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Plata. También se desempeñaron Liliana Di Pietro, en física de suelos, en Microbiología, María I. Saubidet y en Manejo y Conservación de Suelos María Brandinelli de Sardi. En Ecología, Susana Perelman, trabajó con vegetación, pero tangencialmente intervino en estudios de suelos. En la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, Cristina Zacaro de Mulé y Gloria Zulpa de Cano trabajaron en algas del suelo.
En la Universidad Nacional del Sur, Dpto. Agronomía, ingresaron Thelma Grossi y María Luisa Reizábal investigando en química, fertilidad de suelos y contaminación. También se registra a María Mercedes Ron, en manejo de la fertilidad de suelos, que fue Profesora titular y Marta A. Commegna, que trabajó en física de suelos. A fines de la década se incorporó María R. Landriscini, que trabajó en nutrientes y años después integró la Comisión Directiva de la AACS. Del mismo modo, inició sus tareas en la Universidad Nacional del Sur Mabel S. Pazos, que fue una importante genetista de suelos y que, con el correr de los años, se desempeñó en la Universidad de Mar del Plata y luego en la Universidad Nacional del Centro de la Pcia. de Buenos Aires. Mabel trascendió el ámbito nacional y se desempeñó como vicepresidenta de la Comisión V: Génesis, Clasificación y Cartografía de Suelos de la Asociación Internacional de la Ciencia del Suelo, durante el período 1998 – 2002 y fue vicepresidenta de la comisión 1.4. Clasificación de Suelos de la Unión Internacional de las Ciencias del Suelo (IUSS) entre 2002 y 2006. Desde 2004, fue miembro de la comisión directiva de la WRB (Base Referencial Mundial del Recurso Suelo) de la IUSS. También tuvieron actuación en la Universidad Nacional del Sur Cristina Andreoli, María del Carmen Blanco, Nilda Amiotti, que posteriormente fue designada profesora extraordinaria, y Graciela Pozzo Ardizzi, que luego tuviera actividad en la Universidad Nacional de Rio Negro. En el Dpto. de Ciencias de esa Universidad, Silvia C. Acebal estudió la relación entre complejos y quelatos con micronutrientes. En la Facultad de Agronomía de la Universidad de La Pampa de La Pampa, Nilda Reinaudi y Graciela Hevia, trabajaron en química de suelos. En la Universidad Nacional de Cuyo, se desempeñaron Silvia Gaviola de Heras y Cristina Aruani, que luego pasó a la Universidad Nacional del Comahue, aportando en la química de suelos irrigados. En la Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata, de desempeñaron María C. Camilion y Liliana Mormeneo en mineralogía de suelos, Beatriz Guichón, en geoquímica y reconocimiento de suelos, y Angélica M. Arambarri, Irma Gamundi y Marta Cabello, en hongos del Suelo. También Margarita Osterrieth, en geomorfología y génesis de suelos. En la Universidad Nacional de Río Cuarto, se desempeñaron la microbióloga Lilián Frioni en microbiología. Angélica Moreira, en evaluación de tierras, Estela Bricchi en Física de Suelos y Carmen Olmedo y Analía Becker, en génesis y clasificación de suelos. En la Universidad Nacional de Rosario, Silvia M. Toresani llevó a cabo trabajos sobre microbiología y también se destaca la actividad de María S. Vilche. En la Universidad Nacional del Noreste, Corrientes, Sara Vázquez de Saavedra, trabajó en química de suelos y fue profesora y Decana de su Facultad. En la Universidad Nacional de Córdoba y luego en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), en la sede Bariloche de la Universidad Nacional del Comahue, María J. Mazzarino (Figura 5), desarrolló una importante actividad en el manejo agronómico de distintos residuos, transformándose en una referente nacional en el tema. En la Universidad Nacional del Comahue desarrollaron tareas en el área de la génesis de suelos Alicia Apcarian, Andrea Polla y Patricia Smith. En la Universidad Naiconal de Tucumán se desempeñaron Patricia Cuenya, Marilén Puchulu y Liliana Neder. En la Universidad Nacional de Catamarca se registra la actividad de Olga Pernasetti.
Figura 5. Maria J. Mazzarino a orillas de lago Nahuel Huapi.
Figure 5. Photo of Maria J. Mazzarino on the shores of Lake Nahuel Huapi.
Otras instituciones
En la Dirección de Extensión e Investigaciones Agropecuaria de Santa Fe, Silvia Perman trabajó en mineralogía de suelos. En el CONICET se destacó Mónica Bertiller, que trabajó en el Centro Regional Patagónico de Puerto Madryn, en vegetación, pero tangencialmente intervino en estudios de suelos. También fue muy destacada la actividad de Liliana Marban de Ravera, que se especializó en métodos analíticos para suelos. Ocupó cargos en la AACS, fue activa participante del Sistema de Apoyo Metodológico a Laboratorios de Análisis de suelos, aguas, vegetales y enmiendas orgánicas (SAMLA) y fue docente en Edafología de la FAUBA. También en el CONICET, hay que mencionar a Patricia A. Arnozis, que luego ocupó cargos de gestión en INTA. En la división agropecuaria de la CoNEA desarrollaron sus actividades en el uso de radioisótopos en la ciencia del suelo, Silvia C. López y Susana Rojas de Tramontini. En las Estaciones Experimentales de la provincia de Buenos Aires de Mercedes e Yraizoz, experimentaron en fertilización de cultivos, Nélida Dopchiz de Valencia y Lillia González de Schelotto, respectivamente.
COMENTARIO FINAL
Hasta la década de 1960 la participación femenina en nuestra ciencia fue puntual. A partir de ese momento tuvo lugar una creciente participación de distintas mujeres, en número, distribución geográfica y temáticas, así como ocupación de cargos directivos en la AACS y los distintos organismos y empresas del sector. La participación femenina entre los años 1960 y 1980, presenta un aumento exponencialmente creciente (Figura 6). Este gráfico se puede tomar como una descripción válida, pese a que los números presentados seguro no son completos, ya que soy consciente de omisiones involuntarias.
Figura 6. Número de mujeres “sueleras” en relación con las décadas estudiadas.
Figure 6. Number of women in soil science in relation to the decades studied.
Otra información que surge de este breve reconocimiento es que la mayoría de las mujeres en los años iniciales de la época estudiada se concentraron en distintas áreas de la microbiología, química y mineralogía de los suelos, en laboratorios y trabajos de gabinete. Posteriormente, algunas de ellas comenzaron a trabajar también en el campo. Lo que podríamos simplificar en que las Ingenieras Agrónomas lo hacían en experimentación (manejo, fertilidad) y extensión, y las Geólogas en tareas de reconocimiento y génesis de suelos, entre otras (Figura 7).
Entre 1940 y 1980 registré 125 mujeres. A partir de 1980 hasta la actualidad, el número y participación femenina siguió incrementándose, en forma paralela a lo que ocurre en todos los aspectos de la sociedad.
Figura 7. Dora Gentilini y Perla Imbellone, en torno a una calicata.
Figure 7. Dora Gentilini and Perla Imbellone, around a soil pit.
ANEXO
Libros publicados
En los años cubiertos por este artículo se publicaron muy pocos libros relacionados con la ciencia del suelo en el país y, dentro de en este período no registré mujeres editoras o autoras de libros. En cambio, a partir de la década de 1990 la práctica de editar o escribir libros se fue desarrollando en forma muy activa, es decir posteriormente al período comprendido en este estudio. No obstante, varias de las colegas que mencioné anteriormente fueron autoras editoras o coordinadoras de libros. Algunos de estos libros tuvieron trascendencia y recibieron premios nacionales o internacionales. Una lista, con absoluta seguridad incompleta, es la siguiente:
Conti, M. 1998. Principios de edafología con énfasis en suelos argentinos. EGA.
Conti, M.E y Giuffré, L. 2011. Edafología. Bases y aplicaciones ambientales argentinas. EFA.
Frioni, L. 1999. Procesos microbianos. T 1 y 2. Manuales U. N. Rio Cuarto.
Frioni L. 2011. Microbiología Básica, Ambiental y Agrícola. OGE.
Giuffré, L. (Coord). 2003. Impacto ambiental en agrosistemas. EFA.
Imbellone, P., Giménez, J. y Panigatti. J.L. 2010. Suelos de la Región Pampeana, Procesos de formación. Ediciones INTA.
Imbellone P. (Ed). 2014. Suelos con acumulaciones calcáreas y yesíferas en Argentina. AACS-INTA.
Imbellone, P. y Álvarez, C. 2018. Suelos con compactaciones naturales y antrópicas. AACS. Edición electrónica.
Imbellone, P. y Barbosa, O. 2020. Suelos y Vulcanismo. AACS. Edición electrónica.
Lázzari M.A. y Videla C. (Ed.). 2007. Isótopos estables en agroecosistemas. EdiUNS.
Marbán L. y Ratto, S. 2005. Tecnologías de análisis de suelo. AACS.
Mazzarino, M. A. y Satti, P. (ed.), 2012. Compostaje en la Argentina: Experiencias de producción, calidad y uso. Editorial U. N. Río Negro – OGE.
Movia, C.P., Marlenko, N, Maggi, A.E., Navone S.M., Raed M.A. (Coord.). 2011. Sensores Remotos Aplicados al Estudio de los Recursos Naturales. EFA.
Moyano L, Silvani V, Godeas A. 2021. Rolly y el suelo. AACS. Versión digital.
Suñer L., Landriscini M.R. e Iglesias J.O. (Coord.). 2008. Estudio de las fracciones orgánicas en suelos de la Argentina. EdiUNS.
Vázquez M. E. 2012. Micronutrientes en la agricultura. AACS.
Vázquez, M.E. 2017. Manejo y conservación de suelos con especial énfasis en situaciones argentinas. AACS, INTA, FCAF.
AGRADECIMIENTO
Agradezco los aportes recibidos de Alejandro Costantini, Roberto Álvarez, Diego Cosentino y, especialmente, Perla Imbellone, y a ambos revisores anónimos.
NOTA DEL EDITOR
El autor de esta contribución a Ciencia del Suelo invita a que todo aquel/ella lector/a que pueda aportar información y/o documentos que contribuyera a ampliar y/o mejorar lo indicado y discutido en este escrito, lo haga llegar a su dirección de correo electrónico o al Editor de la revista (revista.cienciadelsuelo@gmail.com). Dicha información será utilizada para una futura contribución sobre el tema.
Revista científica de la Asociación Argentina de la Ciencia del Suelo